Tan solo tres colores, todo el mundo mira al cielo y al menos ve siete, pero yo no, yo solo veo tres.
El mundo aparece ante mi retina de un modo diferente. El resto de personas se extraña, pregunta, mi mundo se les hace difícil de asimilar, y como la mayoría de lo diferente pasa a ser raro, extravagante o irreal. Es tan solo un defecto en la mirada.
Es diferente, es defectuoso. Una máxima en nuestros días. Que se le va a hacer, una pena, tanta gente defectuosa.
Se nos hace difícil que haya gente que vea, que valore, que acepte las cosas de un modo diferente al de los demás.
Intentar defender ante el mundo un arcoiris de tres colores es harto complicado cuando todo el mundo está maravillado con su arcoiris multicolor.
Mi conclusión final, cansado de intentar pintar un arco en el cielo que no llego a ver es sentarme tras una tarde de tormenta y disfrutar contemplando el cielo, disfrutando de algo tan particular, alargando la mano a quién quiere compartir este rato tan breve, la vida, con los colores de mi lienzo.
El mundo aparece ante mi retina de un modo diferente. El resto de personas se extraña, pregunta, mi mundo se les hace difícil de asimilar, y como la mayoría de lo diferente pasa a ser raro, extravagante o irreal. Es tan solo un defecto en la mirada.
Es diferente, es defectuoso. Una máxima en nuestros días. Que se le va a hacer, una pena, tanta gente defectuosa.
Se nos hace difícil que haya gente que vea, que valore, que acepte las cosas de un modo diferente al de los demás.
Intentar defender ante el mundo un arcoiris de tres colores es harto complicado cuando todo el mundo está maravillado con su arcoiris multicolor.
Mi conclusión final, cansado de intentar pintar un arco en el cielo que no llego a ver es sentarme tras una tarde de tormenta y disfrutar contemplando el cielo, disfrutando de algo tan particular, alargando la mano a quién quiere compartir este rato tan breve, la vida, con los colores de mi lienzo.